En la legendaria Atlántida encuentra Jesús Peiró el leitmotiv de su colección nupcial. La mítica isla griega sumergida en el Mediterráneo es el pretexto para enaltecer la belleza de las profundidades marinas en una novia de esencia divina.
Con una presencia líquida se suceden piezas de volúmenes ligeros y estructuras depuradas. Los drapeados aluden a los movimientos del agua y el organdí recrea espumosas corrientes. Colmados de referencias a la flora marina mediante perlas, figuras de organza y cristales aparecen cuellos, cinturas y espaldas.
En un apartado dedicado a la artesanía Peiró trabaja boleros en encaje de chantilly y cuerpos de puntilla de croché con talle bajo de los que surgen vaporosas faldas en voile de seda. Los entramados de plata reproducen escamas fulgurosas y los lazos se arremolinan a modo de torbellinos y tempestades engendrados en un mar furioso.
Fuente:vogue
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